Hace 10 años, poco se hablaba de arte y erotismo. Solo algunos visionarios pedaleaban desde su propia trinchera, donde el cuerpo, el deseo y la cultura eran causa y manifiesto. Esas trincheras fueron desapareciendo, disolviĂ©ndose entre luchas que poco a poco dejaron de existir, o de resistir. Hace 10 años, sentĂamos que llegĂ¡bamos tarde, que hablar de cuerpo y deseo no valĂa la pena. Apenas empezĂ¡bamos a comprender las expresiones de la diversidad, lo cuir, lo monstruoso, el posporno, los cuerpos no normativos, el gĂ©nero fluido.
A Colombia llegaba la fuerza de otras resistencias. Chile, Argentina… fueron nuestrxs maestrxs, nuestras guĂas. Hace 10 años se reunĂan pequeños grupos para hablar de lĂ¡tex, cuerdas, BDSM, nudismo, swinger. Hace 10 años el trabajo sexual no contaba con garantĂas, y la clandestinidad marcaba el camino de quienes buscaban prĂ¡cticas seguras. AĂºn no comprendĂamos los lĂmites. El consentimiento era difuso, inexplorado. Nadie imaginaba que la academia, la cultura y el erotismo pudieran encontrarse en los grandes escenarios. Nadie creĂa que allĂ tambiĂ©n se podĂa conversar.
De entre cientos de proyectos que han nacido y muerto en esta dĂ©cada, AEFEST se mantiene como un recordatorio, una trinchera. Seguimos provocando conversaciones incĂ³modas, mezclando estĂ©ticas, discursos y lenguajes. Seguimos uniendo mundos: lo sagrado y lo profano, lo visible y lo oculto, la discapacidad, la energĂa sexual, el arte y la contradicciĂ³n. Todo sigue siendo parte de nuestras preguntas, de nuestras luchas.
Hoy, despuĂ©s de 10 años, hay facilitadores, movimientos, colectividades, festivales. Hay conexiĂ³n entre paĂses. Hay hermanxs de lucha. Hay espacios culturales, hoteles, casas, cientos de activistas.
Estos 10 años son una invitaciĂ³n, un recordatorio para unirse. ¡Oh nudistas, tĂ¡ntricas, bdsemerxs, curiosxs, aprendices, godxs, amantes, amigxs! Les hacemos un llamado a la celebraciĂ³n, a la parranda, al despertar de la conciencia y del gozo, al agradecimiento, al sexo positivo, sin tapujos, con respeto, con lĂmites sanos.
Una invitaciĂ³n a curar, a desear, a conversar.
DANIEL TAPIAS,
Director AEFEST